Lo mejor que puedo hacer es comer mucho y de todo, así no paso hambre y me aseguro que el bebé se desarrolle….NOOOOOO, FALSOOOOOO…todo en su justa medida. Te explicamos los riesgos de una “alimentación inadecuada”

¿Pero Realmente Pasa Algo Si No Como Bien…sano?

Cuando hay una “sobrenutrición”, es decir comer más de lo que realmente se necesita, en la mujer embarazada puede condicionar alteraciones en el embarazo. Aumenta el riesgo de ser diabética durante la gestación y la aparición de una hipertensión especial, que sólo aparece durante el embarazo, que se llama preeclampsia. Coger kilos de más, aumenta también la probabilidad de que el parto sea mediante cesárea. Y cuántos más kilos, más riesgo. 

Igualmente si una mamá se vuelve obesa en el embarazo, tiene más probabilidades de quedarse con sobrepeso en el postparto y para futuras gestaciones. 

Por el contrario una alimentación inadecuada en defecto, se relaciona con la formación de una placenta más pequeña y con una reducción del flujo sanguíneo en su interior. Todo esto tiene como consecuencia una disminución del aporte de nutrientes al feto y se favorece la aparición de feto y futuros recién nacidos anormalmente pequeños (CIR: crecimiento intrauterino retardado) y asimismo hay un aumento del parto prematuro. 

La importancia de una adecuada alimentación radica además de en la cantidad de los alimentos, sino también en la calidad de los mismos. Con frecuencia, la falta de algunas sustancias muy específicas durante el embarazo pueden producir complicaciones. Estos déficits deben suplirse con la alimentación y con la toma de ciertos preparados polivitamínicos que se recomiendan tomar en la gestación. Algunos ejemplos son: el déficit de vitamina A puede producir alteraciones visuales en el bebé, la falta de calcio se relaciona con hipertensión y parto prematuro, la de zinc con bajo peso al nacer, parto prematuro y hemorragia postparto. La anemia o deficiencia de hierro, muy frecuente, aumenta el riesgo de parto prematuro y CIR. El déficit de yodo, cuya suplementación se recomienda en España, se relaciona con abortos espontáneo y con el desarrollo neurológico fetal. 

Los datos a largo plazo, la “mala nutrición” de la madre en el embarazo se corresponde con secuelas para el niño, sobre todo en su edad adulta. Parece mentira… pero así es. Tienen más riesgo de hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares. 

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