Azúcares, Grasas Y Proteínas

El azúcar en sangre, tanto antes como después de las comidas aumenta progresivamente para cubrir las necesidades de madre e hijo, sobre todo a partir del segundo y tercer trimestre. También aumenta el nivel de Insulina: la hormona que normalmente controla el azúcar en sangre, gracias a otras hormonas que produce la placenta. Aún así no suele compensar el aumento de azúcar ya que los tejidos maternos son menos sensibles a la insulina, de forma que se facilita su tránsito hacia el feto, ya que el azúcar es su “alimento último”. Es en lo que se han de dividirse todos los nutrientes, para que el feto pueda aprovechar su energía.
Por eso hay que hacer una prueba para la Diabetes Gestacional sobre las semanas 24-26 de embarazo, porque en algunas pacientes este hecho de que el azúcar aumente, es exagerado y se comporta como una auténtica mujer diabética. “Hacerse” diabética en la gestación, sí es una enfermedad que ha de tratarse junto con un Endocrino para que no aparezcan complicaciones.

Con respecto a las grasas, hay un aumento del tejido graso corporal sobre todo en el tercer trimestre. Representa una fuente de energía durante el final del embarazo y para el puerperio (periodo inmediato después del parto). En la analítica aumentan las cifras de colesterol y de triglicéridos, pero no representan ninguna enfermedad ni hay que tratarlo durante la gestación.

Las proteínas son los “ladrillos” con los que se construyen los diferentes órganos del cuerpo. Así que de la adecuada ingesta de las mismas va a depender una parte de la energía que necesita el feto pero también ha de ser suficiente para cubrir la formación de proteínas propia del futuro bebé. Es uno de los grupos de alimentos que más ha de aumentar y han de ser de buena calidad.