El consumo de bebidas alcohólicas suelen ser bien aceptadas en muchas culturas, incluso se les reconocen propiedades saludables a su consumo moderado. Pero, cada vez son más las investigaciones que están demostrando que los mejores beneficios para nuestra salud es no consumirlo o de forma muy ocasional. Esto es debido a su relación con diferentes cánceres (por ejemplo, de estómago), alteración neurológica, daño en los diversos órganos (como en el hígado), entre otras muchas afecciones.
El embarazo es una etapa de la vida que se ve afectada por muchos factores externos y que influirán en el adecuado crecimiento y desarrollo del feto, como sería el alcohol. Parte del etanol que lo compone será procesado por el hígado materno, pero la otra parte cruzará la placenta y llegará al feto. Su pequeño hígado, todavía inmaduro, no será capaz de eliminarlo completamente, por lo que el residuo se quedará en su organismo provocando efectos tóxicos en sus células. Algunos de los daños más destacados son malformaciones, menor crecimiento, retraso mental, entre otros. Además, el consumo conjunto de alcohol y tabaco hace se multipliquen dichas alteraciones. Por lo tanto, durante todo el embarazo está desaconsejado, inclusive el que se añade en el cocinado de alimentos (¡no se evapora al 100%!).
Tras el nacimiento del bebé, son muchas mamás que quieren volver a poder hacer todo aquello que les era desaconsejado durante el embarazo, una de ellas, por ejemplo, es tomarse una cervecita. Pero, ¿será seguro para el bebé si está dando el pecho? Lo recomendable es que si se está amamantando no su consuma alcohol, ya que parte del etanol que contiene se pasa a la leche materna y, por lo tanto, éste al bebé. Pero de hacerlo, lo más aconsejable sería extraerse la leche previamente y disponer de ella para la toma correspondiente. Otra opción es calcular el tiempo que debe pasar para poder amamantarlo de forma segura a través del monograma Motherisk. Este monograma nos permite calcular el tiempo de espera según nuestro peso y la cantidad de bebidas alcohólicas que se ha tomado. Por ejemplo, si una mamá de unos 60 kg se ha tomado una cerveza con una graduación alcohólica del 5% (equivalente a 340 mg de etanol) no se recomendará dar el pecho hasta pasadas unas 2 horas y media.
Por lo tanto, el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo y la lactancia está desaconsejado y así aportarle salud a nuestro bebé.
Trabajando juntos por la salud de nuestros niños
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