1- Poner a cocer el agua, el vinagre y la sal.
2- En el momento que rompa a hervir, apagar, tapar y dejar reposar un minuto.
3- Realizar un remolino, echar los huevos cascados y tapar de nuevo.
4- Contar entre 2-3 minutos e irlos retirando a una bandeja o
a un bol con agua y hielo (si no se utilizan inmediatamente).
5- Lo ideal es ir haciendo los huevos de uno en uno o de dos en dos incluso.
6- Es vital que, cuando el huevo salga, esté compacto y la yema líquida, si hace falta, encender el fuego.

1- Pelar las gambas y sazonar.
2- Pelar los dientes de ajo y laminarlos
3- Dorar las láminas de ajo en el AOVE.
4- Añadir las gambas y retirar rápidamente (tras cocinar unos segundos, pesan 40 g., las gambas y el ajo).

1- Pelar la patata y cortarla en cachelos.
2- Lavarla y utilizarla.
3- Poner a cocer el agua con la sal.
4- Una vez que rompa a hervir, añadir los cachelos de patata y bajar el fuego.
5- Cuando recupere el hervor, dejar cocer 17´ o hasta que al introducir un cuchillo entre sin dificultad (todo dependerá de la clase de patata).
6- Es fundamental controlar el punto de cocción, porque unos segundos de más y las patatas se romperían.
7- Escurrir con mucho cuidado y utilizar o conservarlas en agua templada, pero tratándolas con mucha delicadeza.
8- A la salida de la cocción puede añadirse pimentón dulce, orégano, romero, tomillo…, añadiendo un plus de sabor.
9- Puede también añadirse las mismas especies a los yogures y realizar una salsa con ellos, acompañando las patatas y haciéndolas más fácil de digerir.

1- Desinfectar, lavar y secar la rúcula.
2- Pelar los tomates y cortarlos en rodajas.
3- Unir la rúcula, el maíz, el tomate, el vinagre y el aceite (tras mezclar, la ensalada pesa 242 g.). 

1- Cortar en dos el pan integral.